Marina di Furore, Positano y Amalfi.

El tercer día ya con la moto decidimos ir a visitar el resto de pueblos que estaban ya más lejos y no había forma de ir en tren. En el momento que sales a la carretera te das cuenta de porque la gente suele decir que las motos son el medio de transporte más cómodo para visitar la costa Amalfitana... Los atascos eran constantes y la carretera es siempre de un solo carril por lo que en coche no hay forma alguna de evitarlos, pero con la moto la verdad que se va bastante rápido sorteando los coches.
Eso sí, hay que ir con 4 ojos porque los italianos conducen fatal...
Bueno, a lo que iba que me desvío... Estábamos yendo a Positano hasta que nos topamos con el cartel de un pueblo que se llama Marina di Furore, mi tía nos recomendó una playa que había escondida entre unos "acantilados" que por lo visto era preciosa así que decidimos preguntar. Aparcamos y bajamos andando la enorme cuesta. Y mi tía no se confundía, era una playa muy bonita, lo único que era de piedras. Estuvimos ahí un buen rato y a la hora de comer salimos de la playa y fuimos hasta Positano, había que aprovechar el día.

POSITANO

Tardamos un rato en llegar hasta Positano pero la verdad se hace muy ameno ir viendo el paisaje, quizás el más bonito que haya visto nunca. Podréis ver mi vídeo de el viaje completo en un post que subiré más adelante.
Cuando llegamos no esperábamos tener ningún problema para aparcar, pero nada más lejos de la realidad, me explico; nosotros entramos en Positano y fuimos bajando hasta el centro, en ese camino no dejábamos de ver parkings y no entendíamos por qué la gente iba a querer pagar 5 euros (el más barato) por aparcar tan lejos, porque habría 1,5 km más o menos hasta llegar al centro. Total, que fuimos bajando tan tranquilos hasta que llegamos al centro, una vez allí nos encontramos con una policía que nos dijo que no podíamos seguir en moto o coche, le preguntamos donde podíamos aparcar y para nuestra sorpresa nos dijo que una vez allí solo podíamos aparcar en un parkin que había al lado nuestro, y claro los precios ya no tenían nada que ver con los que veíamos mientras bajábamos, pero no había otra opción que no fuese pagar el parking ya que la carretera es de sentido único y no había manera de retroceder.
Ya con la moto en el parking, fuimos bajando por las preciosas calles llenas de tiendas. Las calles estaban a reventar.

Después de un rato caminando llegamos hasta la playa, la playa en sí misma no era nada del otro mundo pero el paisaje que la rodea hace de ella un lugar único.
La arena abrasaba, pero demasiado, tanto que se hacía imposible ir a darse un baño sin chanclas o escarpines...Pero era inevitable bañarse con el calor que hacía.
Salimos de la playa y dimos una vuelta por el pueblo. Tan solo estuvimos unas 2 horas más o menos en el pueblo y la verdad que mereció la pena pero el parking salió al millon...Menos mal que ibamos en motorino y no en coche.
Sacamos la moto del parking y nos dirigimos hacia Amalfi ya que todavía quedaba tarde por delante.

AMALFI

Amalfi es otro de los pueblos de la costa Amalfitana, de hecho, el que le da nombre a esta preciosa costa. Es uno de los destinos más imporante de la costa junto a Ravello y Positano. Adfemás Alfi está considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Al rededor del año 800 la ciudad ganó importancia como potencia marítima, intercambiando su grano, sal, esclavos e incluso madera traídos desde el interior de Italia, a cambio de dinares de oro de Egipto y Siria, gracias a esto paso a ser una de las ciudades más importantes de Italia y en la que más se comerciaba con oro.En Amalfi la verdad es que pasamos poco tiempo, tan solo visitamos un poco el centro del pueblo, el Uomo y tomamos un helado. He de decir que los helados italianos suelen estar muy buenos y ser cremosos, pero muchas heladerías aprovechan esto para vender helados malos a precios deorbitados para un helado.

 Al acabar el helado fuimos a por la motorino (que la dejamos mal aparcada y estábamos temblando por ello) y ahora sí, tocaba volver a Vico.

Catedral de San Andrés