Capri

El último día antes de ir ya a Nápoles decidimos ir  a visitar Capri. Es una cosa que ya teniamos pensada hacer en Santander. 

Ese día ya no alquilamos la motorino porque no nos haría falta ya que los barcos salen de Sorrento, y como ya dije en entradas anteriores la forma más cómoda para ir hasta Sorrento es el tren. Así que madrugamos un poco y cogimos el tren. Quizás elegimos el peor día, ya que era Sábado y al ser una isla hay que ir en barco, y claro los fines de semana es cuando más gente hay. Así que al ir un poco tarde (a las 11) hasta la empresa de los barcos, nos dijeron que la última hora de regreso disponible eran las 18:00 las demás estaban reservadas), sin otra opción mejor, ya que solo hay dos empresas al cargo de los barcos, decidimos comprar los billetes para esa hora. 

Esperamos unos 20 minutos que tardaba el barco en llegar y nos subimos. El barco iba lleno, pero la verdad estaba muy bien. Tardamos una media hora en llegar hasta Capri, fue un trayecto muy bonito en el que incluso nos llegamos a encontrar con unos delfines justo al lado del barco. 

Una vez en Capri hay muchas cosas que hacer, quizás una de las mejores opciones es alquilar otro barco e ir a recorrer la "Grotta Azzurra" pero está opción no es nada económica y nos saldría el día al millón así que nos conformamos con movernos por la isla a pie. Otra buena opción sería haber alquilado un barco para desplazarnos hasta Faraglioni, un conjunto de tres enormes rocas que permanecen en las aguas cercanas a la costa y que no son otra cosa que las sobrevivientes de la erosión de la costa misma por el mar y el clima en el trascurso de los siglos, pero el problema es el mismo que el de la Grotta Azzurra.

Para subir hasta el casco antiguo de Capri, que está a bastante altura, se puede hacer de dos formas, subiendo en funicular o a pie. Decidimos perdernos a pie por las preciosas callejuelas y de paso subir hasta el casco antiguo. Mereció la pena pero acabas reventado porque es todo subida y el sol azota, sobre todo en verano. 

Una vez llegamos, aparecimos en una plaza preciosa llena de gente, sobre todo asiáticos. Y fue entonces cuando comenzamos a ver tiendas carísimas como Hogan o Dior, en las que pocos productos bajan de los 300 euros...

Desde arriba lo mejor eran los miradores en los que pudimos disfrutar de unas impresionantes vistas.

Casco Antiguo, Capri

La Costa Amalfitana en general es un atraco constante, hay que pagar por las playas, por aparcar en cualquier sitio... TODO. Pero ya lo de Capri es otro mundo, todo tiene precios desorbitados , de hecho fui a comprar un helado a una terraza de la plaza central, y me dice la heladera, ¿Para tomar en la terraza o para llevar? -En Italiano obviamente- Y le señalo a mi madre que estaba tomando un café en la terraza. Entonces es cuando me dice, entonces el helado cuesta el doble, serían 7 euros... ¡7 euros un helado!. Fue entonces cuando le dije que me lo tomaría fuera de la terraza, y así hice. El helado sin más, mediocre, pero claro Capri es Capri y los precios son lo que son. La verdad que creo que fue lo único que compré en Capri, ya nos advirtieron que no comprásemos ni una botella de agua, que lo llevásemos todo en un mochila.

Después de dar una vuelta por el centro de Capri (se ve rápido el centro) bajamos otra vez hasta la bahía a tomar el ferry que nos dejaría otra vez en Sorrento. Pero todavía era pronto para coger el ferry así que fuimos a la playa de Capri, en la que al haber parte gratuita pues había overbooking, nada raro... Tuvimos que coger el ferry pronto por lo que cuando llegamos a Sorrento era muy pronto para volver a meternos en el hotel, así que fuimos a tomar algo.

Después de tomar algo y dar una vuelta por el pueblo que ya conocíamos volvimos en tren a Vico Equense. Preguntamos a los del hotel por algún sitio para ir a cenar y nos dijeron que había una pizzeria familiar a 2 minutos de allí. Llegamos a la pizzeria y aquello era como de película, toda la familia haciendo las pizzas a mano y todos los ingredientes sacdos del huerto que tenian en la terrazo, todo muy italiano (menos el precio, 3 euros una pizza que llenaba la veradad).

Tan solo quedaba disfrutar de la última noche en el hotel de Vico ya que al día siguiente por la mañana cogeríamos el tren para pasar el día en Nápoles y esa noche la pasaríamos en un Bed&Breakfast.